2 PEDRO 1:3 - 8
2Pe 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
2Pe 1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
2Pe 1:5 vosotros también, poniendo toda diligencia (Gr. Spoudé: velocidad, rapidez, despachar, fervor, anhelo, prisa, prontamente, con solicitud) por esto mismo, añadid a vuestra fe (Gr. Pistis: total confianza puesta en Cristo para salvación) virtud (Gr. Aréte: propiamente hombría (valor), i.e. excelencia (intrínseca o atribuida));
a la virtud, conocimiento (Gr. Gnósis: conocer, por implicación la palabra de Dios);
2Pe 1:6 al conocimiento, dominio propio (Gr. Enkráteia: dominio propio (específicamente continencia, templanza));
al dominio propio, paciencia (Gr. Jupomoné: resistencia o aguante alegre (o esperanzado) constancia, constancia);
a la paciencia, piedad (Gr. Eusébeia: piedad; específicamente esquema del evangelio: Es un afecto y respeto hacia Dios y los padres);
2Pe 1:7 a la piedad, afecto fraternal (Gr. Filadelfía: afecto fraternal);
y al afecto fraternal, amor (Gr. Agápe: amor, i.e. afecto o benevolencia; específicamente (plural) festín de amor*).
2Pe 1:8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Parafraseado:
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda velocidad,por esto mismo, añadid a vuestra total confianza puesta en Cristo para salvación hombría y valor; a la hombría y valor, conocimiento de la palabra de Dios; al conocimiento de la palabra de Dios, continencia y templanza; a la continencia y templanza, resistencia o aguante alegre y constancia; a la resistencia o aguante alegre y constancia, afecto y respeto hacia Dios y los padres; al afecto y respeto hacia Dios y los padres, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
*Con respecto a su utilización en plural en Jud_1:12, y en algunos manuscritos en 2Pe_2:13, se puede señalar lo siguiente. Estos «convites» (rv) o «ágapes» surgieron a partir de las comidas en común de las iglesias primitivas (cf. 1Co_11:21). Pueden haber tenido su origen en las comidas privadas de las familias judías, con la adición de la observancia de la Cena del Señor. Había, sin embargo, comidas en común similares entre las fraternidades paganas. El mal que tuvo que tratarse en Corinto (1 Corintios 5) se vio agudizado por la presencia de personas inmorales, que degradaban las fiestas en banquetes desenfrenados, tal como se menciona en 2 Pedro y en Jud. En tiempos posteriores, el ágape fue separado de la Cena del Señor. (Plenitud)
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