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Hola hermanos y amigos míos.
Hoy quiero compartir con ustedes una enseñanza que aprendí
en mi congregación y que de a poco se hizo vida en mí. Y quiero compartirla por
que me he dado cuenta que en la net se habla mucho de los ministerios, o
separación entre trabajos seculares y espirituales o incluso de fenómenos que
no entendemos como el divorcio entre los cristianos. Y ante eso decidí escribir
esto que hace meses que tenía en el tintero y que no había logrado traspasar a
texto pero creo que es la hora de hacerlo. Y en si trata de los cuatro
ministerios que Dios le da a todo cristiano y que debemos practicar en orden. Y
esto sin mas preambulos diría así:
Todos estamos
llamados a servir a tiempo completo a Dios. Si. Tal vez esto te suene raro
y entiendo eso, ya que nos han dicho toda la vida que el servicio a Dios es de
pastores que están todo el día en el “trabajo al Señor”. Pero eso es lejos la
realidad según las escrituras. Las escrituras nos dicen que nuestro llamamiento
es el tiempo completo en servicio a Dios y nos por horas o días ya que nuestra
verdadera vocación es servir a Jesucristo y glorificarlo a las naciones.
Leamos Efesios 4:1
Yo pues, preso en el Señor, os ruego que
andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados
Colosenses 3:23
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres
Por lo mismo
somos parte del cuerpo de Cristo. Somos integrales y las 24 horas. No solo
cuando nos juntamos o cuando vamos al culto. Las 24 horas. Nuestra contribución
es importante y Dios espera que cada cristiano esté involucrado en el
ministerio al Señor.
Veamos 1 de Corintios 12: 12-27
Porque así como el cuerpo es
uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo
muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Por un solo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y
a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu, el cuerpo no es un solo
miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo,
¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy
del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde
estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios
ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque
si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son
muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la
mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de
vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los
más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos
vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan
con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen
necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le
faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros
todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece,
todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los
miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros
cada uno en particular.
Efesios 4.11-16
Y él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la
fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas
las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Por lo mismo debemos presentar el evangelio en todo tiempo,
no solo en la iglesia. ¿Pero como se ajusta esto a lo que estamos hablando?
Conociendo que todo cristiano nacido de nuevo tiene 4 ministerios claves que
son los cuales debemos efectuar a diario. Estos serían:
- La familia
- El trabajo
- La familia de la iglesia
- Los perdidos sin Cristo.
LA FAMILIA.
Casadas, estad sujetas a
vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres,
y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque
esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se
desalienten. (Colosenses 3: 18-21)
Es muy sabido el tema de que es lo que es la familia dentro del
cristianismo y no me detendré en este punto pero si acotaré que nuestros
hogares deben ser un lugar de adoración, bendición y crecimiento espiritual
para poder bendecir este mundo y esta sociedad.
EL TRABAJO.
Siervos, obedeced en todo a
vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a
los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. (Colosenses
3: 22-24)
Nuestro trabajo cumple el propósito principal y practico de sostener
tu ministerio. Nuestros compañeros de trabajo probablemente nos brindan la
mejor oportunidad de relacionarnos con otros que no conocen todavía a Cristo. Nuestra
vida por lo tanto debe reflejar a Jesucristo y debe reflejar la biblia (2 de Corintios 3:2)
Tendremos mayor influencia con aquellos que pasamos más tiempo pero
una persona que recién conocemos también es una oportunidad, aunque lo que
afectará su vida será nuestro testimonio. Ahora, el termino testimonio
significa en su raíz mas básica “evidencia”. Por lo tanto nosotros debemos
evidenciar la nueva vida en Cristo frente a nuestros compañeros de trabajo.
Nuestro trabajo demandará de nosotros por lo tanto actitudes bíblicas.
- Sirvamos como si el Señor Jesucristo sea nuestro jefe (Efesios 6: 5-8; Colosenses: 3:22-24)
- Respetemos la autoridad de la posición de nuestros jefes. Obviamente no hay jefe que actúe correctamente en todos los asuntos, y nosotros podemos estar en desacuerdo con el jefe. No obstante debemos someternos a su liderazgo usando esto como una oportunidad para demostrarle el testimonio del Señor Jesucristo. (Tito 2:9-10)
- Respetemos la propiedad de la compañía o empresa, esta no nos pertenece (Levitico 19:11)
- Respetemos el tiempo de trabajo de la empresa. Trabajemos el tiempo que nos piden. Esto no significa que nunca trabajemos horas extras si de repente se piden. La idea es ser equilibrados. (2 de corintios 8:21; Colosenses 3:22)
- Debemos dar nuestro mejor esfuerzo para que la compañía y nuestro jefe surja. En chilenos ponernos la camiseta de la empresa. (Romanos 12: 11; 1 de Corintios 10:24; Proverbios 10:4; 18:9; 21:25; 22:29)
- Debemos hacer nuestro trabajo y no permitir que la vagabundería nos corroa. (1 de Tesalonicenses 4.11; 2 de Tesalonicenses 3:10-13)
Si eres un jefe o supervisor, tu trabajo también demanda actitudes
bíblicas.
- Trata a tus empleados de modo justo y equitativo. Fija normas para ellos que sean consistentes con las que fijas para ti mismo. (Colosenses 4:1; Efesios 6:9)
- Toma en consideración las necesidades de los demás y no te dejes consumir por tus propios intereses (Filipenses 2:2-3)
- Toma en consideración que el costo que trae consigo cada promoción, ascenso o transferencia de trabajo. Un gran principio bíblico es aquel que dice “El que es fiel en lo muy poco, también en lo mas es fiel…” (Lucas 16:10). Debes fidelidad al manejar lo que ahora tienes. Toma en cuenta además que cuanto mayor sea tu nivel de responsabilidad, tanto mayor será el potencial de que surjan problemas (Eclesiastés 8:9). También toma en cuenta que cuanto mayor sea tu nivel de responsabilidad, tanto mayor será el tiempo y energía que te serán demandadas. Ve que estas nuevas responsabilidades no estorben tu servicio al Señor (2 de Timoteo 2:4). Y por ultimo debes mantener siempre una actitud de siervo aunque eso incluya una posición de liderazgo en tu cargo (Marcos 10: 42-45; 1 de corintios 9:19, 10:33).
Puntos importantes a tratar en este punto del trabajo.
- Conflictos del trabajo con las cosas espirituales: Siempre habrá algún conflicto de prioridades entre las actividades de nuestra iglesia y el horario de nuestro trabajo. No podremos renunciar a nuestro trabajo o faltar por algunos pequeños conflictos. Recordemos que nuestro trabajo es una oportunidad de ministerio. Pero tampoco debemos usar el trabajo como excusa para no servir dentro de la iglesia. Debemos equilibrar esa área.
- Las responsabilidades del trabajo contradicen los principios bíblicos: No debemos robar, mentir o contradecir los principios bíblicos por nuestros jefes. Debemos rechazar esas prácticas. Debemos rechazar igualmente las tentaciones de nuestros trabajos y no permitir ser influenciados por las actividades pecaminosas de nuestro entorno laboral.
- Manejando la persecución en el trabajo: mucho de la llamada persecución se debe a la ignorancia del cristiano o carencia del compromiso con el Señor. La “persecución” se debe a dos factores principales: Mi comportamiento impropio o mi buen testimonio que ofende a alguien (1 de Pedro 3:17-17). Por lo tanto si soy fiel al Señor debo esperar la persecución del mundo (1 de Timoteo 3:12) y aprender a confiar en esa adversidad en el Señor (1 de Pedro 2.18-23)
- Consideraciones al buscar un nuevo empleo: Debo llevarlo en oración (Santiago 1:5, Filipenses 4:6-7). ¿Esta nueva responsabilidad destruirá la obra que Dios está haciendo en mí? Es una difícil pregunta cuya respuesta es a veces incierta. Lo mejor es buscar el consejo pastoral en estos casos. Por otro lado si se te a pedido que te traslades de ciudad, ¿Hay alguna iglesia que satisfaga tus necesidades espirituales? ¿Dañará tu familia? Este es un asunto extremadamente crítico. Y por ultimo ¿Al buscar un cambió de trabajo es por algo que arruinaste?
LA FAMILIA DE LA IGLESIA
Así que, según tengamos
oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. (Galatas
6:10)
Tampoco, al igual que con la familia, me detendré en este
punto ya que sabemos lo que es congregarse y mantener la comunión entre
hermanos.
ALCANZAR AL PERDIDO
SIN CRISTO.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios. (2 de Corintios 5:20)
La biblia enseña que este mundo está en contra de los
principio de dios. La palabra de dios manda a sus hijos a estar apartado del sistema mundial, y al
mismo tiempo, alcanzar para Cristo a los que están perdidos en el.
Recibiremos oposición a esto ya que Cristo recibió oposición
y si vivimos una vida para El (Juan 15:
18-21), pero si camino junto a este mundo no la sufriré (2 de Timoteo 3:12). Esta persecución vendrá de los cercanos a
nosotros como la familia, amigos, parientes, etc. (Mateo 10: 35-36; Juan 1:11; Marcos 6:4) y de la gente que no cree.
Creyentes y no creyentes siempre estarán en contradicción y esto es eterno. La sociedad
también se opondrá a la marcha del evangelio debido a que su naturaleza es
contraria a Dios y se manifiesta a través de los medios (literatura,
televisión, radios, etc.) y debemos juzgar esas cosas a la luz de la palabra de
Dios (1 de Juan 2:15-17; Santiago 4:4).
Por ende viene de Satanás (2 de
Corintios 4.3-4).
¿Cómo aprendemos a
vencer esta oposición?
Demos una respuesta blanda y evitemos las peleas cuando sea
posible (y agrego los famosos debates por internet sobre “cristianismo” que por
lo general alimentan el ego del que sabe mas y no trae verdadera edificación) (Proverbios 15.1; Romanos 12: 18).
Agrademos a Dios con nuestra manera de vivir (Proverbios 16:7) teniendo fe (1
de Juan 5: 4-5). Amemos y ayudemos a
nuestros enemigos. Jesucristo amó tanto a sus enemigos que murió por ellos
cuando no tenía que hacerlo. El mundo no puede entender este tipo de amor de
manera que aquellos que están buscando la verdad serán atraídos por esto (Romanos 12: 14, 20-21). Por lo tanto
oremos por nuestros enemigos pero haciéndolo por motivos puros (No como la
herejía que escuche de cierta “guerrera espiritual” que a los brujos y
políticos corruptos había que maldecirlos para que Dios los hiciera caer) (Mateo 5:44). Rodéate de buena
compañía. Asóciate con gente que ama a dios y quiere servirle (Proverbios 13:20; 1 de Corintios 15:33).
Y como no, sumerjámonos en la palabra de Dios (Romanos 12: 1-2).
Así mismo, el mundo
debe vernos como cristianos.
La gente deberá vernos que amamos a Dios no de palabras si
no por nuestra forma de vivir (1 de
corintios 8:3). Esto se reflejará en un estilo de vida distinto a lo que el
mundo ofrece y con un comportamiento que representa un buen testimonio para los
demás. Por lo mismo deberán ver que somos moderados en todas las cosas y no tan
especiales como para perder influencia. Esto incluye la forma de vestir:
moderada y no extraña (Filipenses 4:5; 1 de Corintios 9:22).
La gente deberá vernos también honestos y sinceros en todas
las cosas (2 de Corintios 8:21; Romanos
12:17), mostrando el testimonio viviente de la gracia de Dios (Filipenses 2:14-15) y de buen
testimonio personal (1 de Timoteo 3.7,
Colosenses 4:5-7).
Esto también deberá reflejarse en nuestras actitudes hacia
los gobiernos. Los gobiernos son una de las tres instituciones establecidas por
Dios, las otras dos son la familia y la iglesia. Todos los gobiernos están
contra de Dios por que los domina Satanás, pero aun así debemos someternos a
ellos ya que están establecidos por Dios. Además, si hacemos lo correcto no
debemos temer del gobierno. Dios te honrará por hacer lo correcto (Romanos 13:
3-5). Por lo mismo hay que darle al gobierno lo que corresponde por ley (Romanos 13:6-7; Mateo 17: 24-27; 22:
15-22) y someterse a sus leyes y ordenanzas (1 de Pedro 2: 13-15). Debemos honrar a las autoridades aunque sean
perversas y sin participar de sus maldades. Encomienda cualquier situación
adversa a Dios y deja que El se encargue (1
de Pedro 2: 17-23). Cuando Pedro escribió estas palabras reinaba Nerón en
Roma, quizás el rey más perverso y malvado de Roma. Y aprovechando que estamos
en periodos de elecciones en Chile, debemos recordar que no es posible legislar
la moral ni cambiar a las personas por medio de la política. El hombre es por
naturaleza pecador y solo puede ser cambiado a nivel personal e individual por
medio del conocimiento personal del Señor Jesucristo como Salvador (Tito 2:14).
Bueno, como reflexión final tengo varias cosas que acotar tal vez.
- De seguro muchos dirán aun ahora: “Julio, estas equivocado. Lo más importante es la obra del Señor. Recuerda que el dijo que si no aborrecíamos padre ni madre no éramos dignos de ser llamados sus discípulos”. Pues bien, esa postura no es correcta tampoco. Dios dejó un orden establecido para caminar en la tierra. De hecho lo primero que se menciona en el nombramiento de servidores en la iglesia es “Ser esposo irreprensible” (1 Timoteo 3:2; 3:12; Tito 1:6). Cuando este orden se rompe y ponemos a la iglesia o a los inconversos primero conocemos a ministros con familias destrozadas, divorciadas y con hijos alejados de Dios por falta de imagen paterna, a pesar incluso de lo supuestamente exitoso de este ministro en su congregación. Así mismo tenemos a los trabajólicos que se la pasan más en sus laburos que en su casa. Ahora, los que ponen a su familia primero son aquellos que aun sabiendo que deben servir al Señor no lo hacen por que sus actividades familiares están primero que la iglesia. Incluso con la moda que hay de estudiar las escrituras me doy cuenta que muchos lo hacen no para vivirlas o enseñarlas en sus casa, si no para predicarlas por Facebook o en algún púlpito que les presten pero no piensan en el crecimiento suyo o de sus pares. El correcto orden es este primero la familia ministrando a la esposa e hijos, orando por ellos y enseñándoles las escrituras. Luego en el trabajo dando testimonio de Dios. Después en la iglesia sirviendo y de ahí predicando a los que no conocen de Dios. Los estudiantes tampoco están fuera de esto ya que para ellos el orden es familia – estudios – iglesia – inconversos. ¿Si esto fuera así tenemos alguna otra explicación razonable para explicar el desorden en la vida cristiana de hoy?
- La sociedad dice que el trabajo es solo para ganar el salario. Ya vimos que no. También dice que mi posición en el trabajo es la medida más importante de mi éxito. En esto entra la apostasía de la prosperidad (perdón por no llamarlo evangelio, pero evangelio trae las buenas nuevas de salvación y la teoría de la prosperidad no salva a nadie) por lo tanto muchos cristianos se miden en santidad según el logro material que tienen. Y que mi jefe y trabajo deben ocupar el último lugar ante las actividades de la iglesia. Gracias a este ultimo pensamiento e escuchado como en Chile los jefes menosprecian a los evangélicos tratándolos de flojos ya que mas importante la iglesia que el trabajo. Dios tenga misericordia de nosotros. O los que andan alegando con sus superiores por todo. Los “Che Guevara” del evangelio que se levantan en contra de cualquier cosa que sus jefes digan y que ellos piensan que están equivocados, rebatiéndoles todo y haciendo solo lo que ellos quieren. Perdón, pero con lo visto ¿Nos llamó Dios a ser jefes sindicales si todo en la empresa marcha bien?
- Entre los cristianos de hoy existen varias actitudes como que debemos estar totalmente separados del mundo inconverso y hacemos de nuestras iglesias verdaderos monasterios. Por otro lado están los que evitan hacer cualquier cosa para que la gente se enoje con ellos y quedar bien con todos. Y además están los que piensan que para vencer la oposición es necesario hacerlo con la agresividad. ¿Estarán estas posturas correctas con lo que hemos visto ya?
- Y agrego al final que esto muestra además que no existe el famoso “trabajo secular y trabajo espiritual” que tanto se habla en la iglesia. PERDON, PERO TODO EN LA VIDA DEL CRISTIANO PASA A SER ESPIRITUAL UNA VEZ NACIDO DE NUEVO. Por lo tanto esa dicotomía no existe en nosotros. Espiritual tanto soy ministrando la palabra del Señor en el púlpito como haciendo bien mi trabajo en mi empresa. Por lo tanto esa división desaparece. Desde el ingeniero al artista. Todo nuestro caminar es espiritual y con nuestro andar debemos evidenciar que somos hijos de Dios más que nuestro bla bla. Como dijera Agustín de Hipona: “Predica, predica, predica. Y si tienes tiempo habla.”
Pues bien, luego de todo esto que aprendí solo me queda
decirles que este orden no es pura teología aprendida en un libro ya que la
practiqué y funciona. Cometí errores también en esta practica, claro está. Mi
pecado fue ser trabajólico al punto que por eso mi empresa me llenó de
responsabilidades que me terminaron alejando de la iglesia. Cuando me retiré de
ese trabajo salí incluso enfermo físicamente y tuve que retirarme ya que las
cosas no cambiaron nunca y aun no lo hacen. Gracias a la gracia de Dios pude
entender y caminar bien. El señor quiere bendecirnos pero nosotros debemos
entender ciertos principios para que así fluya eso a través de nosotros y así
bendecir al resto.
Bueno, sin mas que decir, solo espero que esta enseñanza
reflexión les haya servido como me sirvió a mi y si quieren lo pueden compartir
con amigos o hermanos. De antemano gracias por su atención y muchas bendiciones
a todos.
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